domingo, 17 de enero de 2010

El cubo mágico

Es creer o reventar… - dijo y todos callaron… Tras un largo silencio, volvió a tomar la palabra:

-Sí, eso fue lo último que me dijo… Y tenía razón, es creer o reventar, siempre vamos a encontrar algo sin explicación, una vez por lo menos nos vamos a romper la cabeza intentando descifrar el cubo mágico, o ganarle un truco a aquel invicto que espera siempre con las cartas sobre la mesa; pero sabemos y CREEMOS que es posible.

Cuando éramos niños nos pasaba aquello de no pensar demasiado, de reír y no preguntar, confiar, aunque, alguna vez jugando a las escondidas temiste o te enojaste al creer que alguien hacía trampa o que vos la hacías, y aquella amiga que siempre te descubría, incluso sin decírtelo, jamás decía nada… Pero seguías jugando, después de algunas quejas o bochinches, después de algún enojo, de un reto o de un “NO JUEGO MÁS”, pero quieras o no, el juego volvía a vos. Venían tus amigos y te decían que vayas o esperaban hasta que se te pasara…

Otro silencio se produjo, este más corto, pero continuó diciendo:

Ella lo sabía, había echado un vistazo y me lo escondió, NO LO CREYÓ… Me hubiera gustado no ser tan egoísta y ver que podía ser real, pero le CREÍ, otra vez ese verbo, me dolió que hiciera trampa, y no quería volver a jugar tan rápido. Pasaron los días, las semanas, y aquí estoy con una carta en la mano, que encontré hoy por la mañana bajo mi puerta, y no me anime a abrir, al ver el remitente. Ella me lo había dicho al pasar, y me molestó, y mucho, pero no me di cuenta que podía ser verdad, y lo fue… y se fue…

Me quedaron el mate y las facturas encima de la mesa, al lado del celular con un cartel en su pantalla que decía “MENSAJE NO ENVIADO”, no lo creí, por las dudas mande otro, era importante que ella supiera, que quería volver a jugar, que la esperaba en mi casa, que me perdonara. Volví a dejar el celular en la mesa y me fui al cuarto, simplemente me fui. En eso alguien golpeó la puerta, no lo escuché. Volvieron a tocar, esta vez, salté de la cama, apagué la tele y me dirigí a la puerta…

Era tarde, ya no había nadie, volví a ver el celular y otra vez el cartel que comenzaba a odiar, estaba allí, sentí que el “aparatejo” se reía de mí… Lo dejé sobre la mesa, tomé mis llaves y cuando iba a buscarla, a ella, para pedirle perdón, para decirle que otra vez el cubo, me superó; no pude… Bajo la puerta había un sobre con un cartel escrito en birome azul, de las que ella siempre lleva en la cartera, que decía:

GOLPEÉ DOS VECES, PERDÓN, YO NO LO CREÍA, NO LO QUERÍA CREER, PERO CONFIRME MIS DUDAS, Y VINE A DECÍRTELO, CUANDO ABRAS EL SOBRE, TAL VEZ SEA DEMASIADO TARDE…

ADONDE VOY ME VAN A FALTAR LOS MATES Y LAS CHARLAS, TUS TRAMPAS EN LA ESCONDIDA CUANDO ÉRAMOS NIÑAS (VOS SIEMPRE SABÍAS DONDE ESTABA ESCONDIDA, POR ALGO ERA). TAN SOLO CREÍ EN VOS, Y CREO.

SÉ QUE A PESAR DE QUE PASEN TRES MIL AÑOS, VOS, SIN AYUDA DE NADIE, MÁS QUE TUYA VAS A SABER DONDE ESTOY, Y QUE ESTOY ESPERANDO. CRÉEME, ES COMO SIEMPRE TE DIJE, ES CREER O REVENTAR.

CREÍA EN VOS CUANDO NOS ESCONDÍAMOS, NO QUERÍA REVENTAR PUES SIEMPRE ERA MUY DIVERTIDO QUE ME BUSQUES PRIMERA Y BUSQUEMOS EL RESTO JUNTAS, PERO LLEGÓ TU MOMENTO, EL DE BUSCAR SOLA, NO TE DIGO QUE RESUELVAS EL CUBO, PERO CUANDO ABRAS LA CARTA, SABRÁS QUE YO YA ME FUI, AHÍ TE EXPLICO POR QUÉ.

SÉ QUE CUANDO LO LEAS VAS A SABER DONDE ESTOY, Y QUE ESTOY BIEN NO TE PREOCUPES, PERO, ME FALTAN TUS ABRAZOS, TU MIRADA, ME FALTAS VOS… VENÍ, VOLVAMOS A JUGAR, TE ESPERO CON LAS CARTAS SOBRE LA MESA, A VER SI EN EL TRUCO ME VENCES ALGUNA VEZ…

¡OJO! NO TE APURES, YO TE ESPERO…

ACORDATE ES CREER O REVENTAR…

Definitivamente, ella sabía que yo no iba a abrir la puerta, lo que le faltaba era contar los golpes y dejar la carta, me conocía lo suficiente, y yo la conocía tanto, y por eso me duele… Porque no abrí el sobre todavía pero sé que algo ocurre y si al menos no puedo completar el cubo, quiero que ustedes, sepan, es creer o reventar, a pesar de que se enojen o hagan trampa, siempre hay que volver a jugar…

Finalmente calló, en sus ojos se notaba la tristeza al leer en silencio las líneas que ELLA, de la que nos había hablado tanto en las últimas semanas, de su amiga, su compañera; le había dejado.

Habíamos aprendido tanto esa tarde, más de lo normal, no era solo porque ella era nuestra profesora, nuestra joven y querida profesora, la que siempre nos contaba algo de ella y nos preguntaba que haríamos, la que con solo una palabra que dijera, le contábamos todo.

Nos dolió verla mal, porque nunca creímos lo de la pelea, y al principio dudamos de la carta, es que cuando retomo la charla de todas las clases, no parecía dolida, hay que reconocer que es muy fuerte.

Sus clases eran debates, siempre nos decía que pensemos algo para la siguiente clase, sobre que nos gustaría hablar. Si el arte pasaba por nuestros corazones nos incitaba a continuar, a fortalecernos, a estudiar y aprender más… CREÍA EN NOSOTROS…

Nos dijo que pensemos para la siguiente clase y que si podíamos hablar despacio, pues le gustaría leer la carta, y después contarnos, algo, de lo que decía… Accedimos…

Hasta el día de hoy no conozco lo que esa carta decía, lo he imaginado muchas veces.

Ella sigue siendo tan buena maestra, tan buena amiga, ella sigue siendo ella.

Cuando leyó la carta de su amiga, fue al hospital. Su amiga estaba en la etapa final, y lo sabía, todavía no había llegado el momento, pero en cuanto ambas se vieron se dieron cuenta que mucho no faltaba. Sin embargo seguía con todas sus fuerzas, y con las cartas listas para jugar. Cuando la profe llegó, escuchó que su amiga, ya desde su lecho, le decía:

Cuando te vayas busca la caja que está a mi izquierda. Todavía no morí, volvamos a jugar, fijate si esta vez me podés vencer. ¡Ah! Quedate tranquila hable con la enfermera y dado a mi estado podés quedarte todo el tiempo que quieras.

- Sabes que me tendrías que haber contado antes, y que te pido perdón por creer que “ESTO” era un punto al cual no ibas a llegar…-dijo la profe con una pena en el alma

- No hay nada que perdonar. ¡Dale, sentate, quiero un truco con vos! Imagina que solo es un día más… Y ¿sabés no es el último momento, ni el último encuentro?, CRÉEME.

- Está bien, vos das.

Jugaron y jugaron, antes de terminar la amiga de la profe le dijo:

- No te olvides que donde estés, estoy, que te quiero, que sos la hermana que la vida me dio. No voy a cerrar los ojos justo ahora, si es lo que pensás. Abrí la caja…

- Pero… (pensativa y dudosa)

- Pero nada, dale -y rió

Buscó la caja y la abrió. Adentro había un cubo mágico, lo había logrado armar, cada cara mostraba un color distinto, y todo junto hacia al cubo…

La profe sabía que significaba, junto eso halló una carta, otra más.

Miro a su amiga y ella le guiñó el ojo, y señaló otra caja, la profe la abrió esta solo tenía una cara armada, y un poco de otras…

- Es mío- dijo la profe

- Creí que te gustaría tenerlo

Dijo eso, y cerró los ojos.

Vino la enfermera, la profe le contó lo sucedido y la enfermera le pidió si ordenaría las cartas, que enseguida vendrían los médicos. Miró las cartas por curiosidad, esbozó una sonrisa y las guardó en la caja junto al cubo, todavía no armado.

Todos los Jueves sale del cole y va al cementerio, lleva su mate, habla un rato y se va.

A veces la acompañamos, otras nos dice que prefiere ir sola.

En sí, todo esta historia, es creer o reventar, es lo que ella nos dijo, omite algunos detalles en sus narraciones, como cuando nos contaba de la muerte de su amiga, le brillaban los ojos como si fuera a llorar, le faltó decir que en aquel momento lloró, que le pareció extraño lo de su amiga, que en momentos se creyó loca, pero una voz más fuerte le dijo, CRÉELE.

Es así, cuando uno quiere mucho a alguien uno debe creerle, porque es parte de amarlo. Tantas veces nos enojamos, o sufrimos, nos ahogamos en vasos de agua que al final nos hacen perder tiempo solamente…

A veces es necesario, volver a jugar, volver a intentar, dejar las culpas, las penas, los enojos y las peleas atrás. Que al final, solo nos dañan, y hacen más complicado que logremos armar, el cubo mágico.


~Cinn~

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ESTE CUENTO DE QUIEN ES? ES HERMOSO, ES MUY TRISTE, SABÉS ALGO? YO AHORA, ESTOY PASANDO UNA SITUACION TRISTE, QUE A PESAR DE QUE NO LLEGA AL PUNTO DE LA MUERTE, ME PONGO EN LA SITUACION DE LA PROFESORA, COMO TAMBIEN DE SU AMIGA. ME PONGO EN ESE CONTEXTO, Y DECAIGO...LO PEOR ES PERDER A UN AMIGO, YO ACABO DE PERDER A QUIEN ERA MI MEJOR AMIGO, Y A PESAR DE QUE NO SE FUE FISICAMENTE, CORTAR LA RELACION DE AMISTAD, ES COMO SI SE HUBIERA MUERTO PARA MI... ES LO MAS TRISTE...VOLVER A LLORAR POR LO MISMO PORQUE YA NADA SE PUEDE HACER, QUEDA RESIGNARSE Y PENSAR "FUE ÉL EL QUE ME DEJÓ SOLO, EL QUE ME ABANDONÓ, ALGÚN DÍA, ASÍ TAMBIEN, VA A VOLVER" VOY A MANTENER ESA ESPERANZA EL TIEMPO QUE PUEDA, YO SÉ QUE VA A VOLVER, ESTOY SEGURO DE ESO, LO CONOZCO Y POR ALGO FUE MI MEJOR AMIGO, MI HERMANO DEL ALMA...PERO ESPERO QUE CUANDO VUELVA NO SEA TARDE.

GRACIAS POR ESTE CUENTO CIIN, ME ENCANTÓ, Y ME HIZO REFLEXIONAR MUCHO ACERCA DE MI VIDA, Y MIS RELACIONES QUE TENGO CON MIS AMIGOS MAS ÍNTIMOS,

BESITOS, MUY BUENO TU BLOG, ESTÁ RE ARTÍSTICO, Y POR DEMÁS ORIGINAL ;)

BESITOS, TE QUIERO MUCHÍSIMO

EMMA =)

Cin; dijo...

El cuento es mío, un placer que te haya gustado :)
Tanto el cuento como el blog :)
Que triste lo de tu amigo, se a quien te referis, y con eso yo te entiendo.
Ahora hablamos.
Yo tambien te quiero Muchisimo Emma :)

Pasaron por aquí,.