Escudo

Las cosas últimamente no andan muy bien, pero hay que seguir.

Mi abuelo viene mal de salud desde hace rato, hace unas semanas lo dializaron por primera vez, y están viendo de trasplantarlo. Según mi papá no va a resistir.

Mi papá a veces se olvida que su papá es mi abuelo. Según él, tiene superada, por así decirlo la muerte de su papá, lo acepta, por eso viajo hace unos meses, para verlo con vida.

Yo no viaje. Le mande una carta que pedía respuesta. Sigo esperando y tengo mucho miedo de que eso nos quede pendiente.

Mi viejo aunque lo tenga superado, anda de mal humor. Esta mal, no esta bien y se nota, y se enoja, y esta susceptible.

Y en la casa se siente, y en casa viven personas y somos nosotros quienes lo sentimos.

Me pelie con una amiga, con una de las más cercanas. Me cansé de siempre ser yo la que ruega perdón, que da todo por la amistad, me cansé de ser el trapo de piso. Defendió al novio y no a mí.

El grupo en el que estoy hace 4 o 5 años, trabajando con nenes, está en crisis. El año que viene me voy a vivir a otro lado y yo no sigo, así varios amigos. Al parecer más de uno deja ahora de los que podrían seguir. Me preocupa, mucho.

Parte del problema nació de mi amiga y el novio.

Acabo de hablar con alguien que solía ser mi mejor amigo. Está mal, muy mal. Y por una extraña razón no puedo abrir el paracaidas, intento y no puedo. No tiene ganas de vivir, quiere mandar todo a cagar, está mal, pero enserio. No sé como ayudarlo, no se como decirle que no se haga daño, que lo quiero. Porque de hecho se lo dije y me dijo, hasta eso, te das cuenta, antes me amabas ahora me querés.

Malditos escudos. Siento que me caigo y más capas se pone el corazón. Más pesado, más frío, más lejano. Yo no era así.

Sería muy fácil echarte la culpa. No sos el culpable, son las cosas que pasan, son los miedos que congelan. Es ese todo y ese miedo inmenso a no repetir lo pasado.

Yo me puedo bancar todo y poner una sonrisa, olvidar todo, hacer como si nada, pero se lo que pasa. Y no hablemos de escuela, futuro, exámenes, responsabilidades.

Tampoco pensemos que falta poquito para septiembre, otro año de que se fue mi abuela, otro año de que se fue mi hnito, al que nunca le vi la cara y por el que seguro, que si nacia, no me iba.

Son esos escudos por miedo a que te hagan daño. Los que no te dejan sentir, te hable de ellos alguna vez hace unos dos años atrás. Sino me equivoco, a esta altura del 2009.

La soledad también duele un poquito estos días, no sé bien por qué. Será porque los escudos me recuerdan a vos, será porque extraño que me quieran, que se preocupen por como estoy, que quieran verme, abrazarme, besarme, mimarme.

Como sea todo eso es una linda mochilita que últimamente ando cargando. Nada agradable por cierto. Y cada vez pesa más.