sábado, 18 de febrero de 2012

De corazón breve

Hay días en que uno anda corto, corto de ganas, de palabras, de sabores, de gustos.
En esos días, decimos lo ¿justo? o lo ¿necesario? o acaso, quizás, sólo decimos lo que el otro quiere escuchar.

Por lo general, siempre (dale, exagera como haces siempre) que me ponen una hoja en blanco, se completa sola, y al leerla, siempre la encuentro nueva. Siempre la misma historia, pero con un matiz nuevo. Me da placer, y se duplica al ver que hace que el otro se transforme, aunque sea por apenas unos minutos. Que piense, que sienta, que se le mueva algo adentro, y quizás, tal vez, que recuerde que esa es la ficción, y la realidad transita el carril que él transita. Se supone, ¿no?

Y es en este carril, decidan ustedes cuál, en el que los días esos, de corazón breve, de palabras atoradas, de sentir mucho pero no saber como "ordenar" todo eso y hacerlo salir en filita y bien prolijo, o al menos desordenado, pero que se entienda.

Son esos días de ensalada mental invisible, todo está bien, pero abrís la boca y de tantas cosas amontonadas por salir, no sale ninguna.

Cuando uno escribe pasa igual, cuesta saber por dónde empezar, o darle el valor y el sentimiento palabra por palabra. Porque en esa transfusión de sentimientos que uno hace al escribir, pueden escaparse un par, pero que más se vuelen es inaceptable.

Yo quiero decirte lo que vos querés escuchar, pero no exactamente, si lo hiciera no sería yo. Yo quiero decirte al menos algo que valga la pena escuchar, algo que te cambie, aunque no sea para siempre...

Algo que te cambie, aunque sea solo por un instante... Algo que te pinte y te disfrace, de algo que no fuiste, que no vas a ser nunca, pero algo que podrías haber sido ayer, o capaz, mañana.

Me niego a darte una palabra vacía, o un te quiero que cada vez que veas o escuches siga igual. Si mis palabras no laten, si cada vez que llegan, no llegan susurradas con una melodía diferente a tus oídos, si cada vez no es la primera, si no tienen algo especial que parezca hacerlas nacer todos los días, con un sol radiante o con un invierno que se abrace a vos y no quiera soltarte...

Si no consigo hacerte sentir...

Mejor sigo esperando, capaz cuando los planetas se alineen o cuando mis sentimientos se ordenen y se peinen para la foto... Mejor sigo esperando que estén listos para vos.

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