martes, 28 de mayo de 2013

Como quien no quiere la cosa...

Volví! Capital aquí me tienes, tratame suavemente jajajaj.

Me fui con varios miedos... Pero las ganas eran más grandes. Ponele, tenía miedo de pelearme con mi amiga de la facu o no poder integrarnos en el grupo de gente o que se sintiera mal mi amiga con las chicas de la secundaria que pensaba ver.
Esos eran algunos miedos como "para afuera", también me daba cosa ir y darme cuenta que esto no era lo mío.
Gracias al cielo no fue así, creo que sino hoy estaría en un pozo depresivo muy grande.

El viaje era lo que necesitaba, una mezcla perfecta de "no estar sola" con un poco de "ser parte de algo" con una dosis grande grande de "alegría", "seguridad" y un fundamental "me siento bien". Sumale que Córdoba me parece uno de los lugares más lindos, y como yo, quería me traje el recuerdo de un cordobés lindo lindisimo (adjetivo que uso y le doy más significados que los comunes) (de todas formas, AHORA, en este preciso instante, creo que me hubiera gustado traérmelo a él).

Otra fue que me di cuenta que no soy la única que se siente sola.... Y que casualmente la persona que me lo demostró resultó más igual a mí de lo que descubrí en el último año, como le dije "somos el hambre y las ganas de comer". Una empieza una canción, la otra la sigue a los gritos, una dice que quiere caramelos, la otra ya los esta comprando, uno empieza a reírse, la otra no para. Así que ojalá podamos disfrutar de todo esto, de las ganas de hacer (teatro, ser payamédicas, hacer algo con y por la vida).

y bueno, por hoy, esto es bastante... Gracias por leer y ya verán la historia de mi cordobés lindo! Ahora a estudiar porque rindo el viernes y estoy en bolas.

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